Llevo días reflexionando acerca de mis amistades y todo lo que esto supone; y es que según la opinión de mis amigas y de la gente que me conoce, siempre me he caracterizado por tener excesivas amistades, y no es que sea eso de que hablo con todo el mundo y de que le doy más importancia a ciertas personas de la que realmente tienen, sino que a lo largo de toda mi vida, en mi barrio,en el colegio, en la universidad y ahora en otro país, he tenido la maravillosa suerte de que mi camino se cruzase con el de personas tan buenas y especiales que a pulso se han abierto hueco en mi corazón. Sé que no es necesario que mantenga con ellos una comunicación excesiva, ni la necesidad de verlos siempre, porque sé que si los necesito estarán ahí, igual que yo para ellos.
Es por eso, que he de agradecer a la vida, a Dios o yo que sé a qué por darme la oportunidad de que yo sea la excepción de la regla esa que afirma que los mejores amigos se cuentan tan sólo con los dedos de una mano.
1 comentario:
Me gusta tu entrada,este tipo de temas son aquellos en los que yo creo no existe una verdad universal. cada uno tenemos un concepto de la palabra tan utilizada "amistad",y eso es Lo realmente bello que cada uno la viva según la interpreta.
Tienes que escribir más!
besos
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